Época: Africa
Inicio: Año 1941
Fin: Año 1943

Antecedente:
La guerra en África
Siguientes:
La aportación americana
Operación Torch

(C) Emma Sanchez Montañés



Comentario

Otoño de 1942. Aunque el Eje está aún en su apogeo y aunque sus ejércitos intenten avanzar en Birmania (Japón) o en la URSS (Alemania), los aliados comienzan a respirar, a ver el largo camino hacia la victoria.
Aunque los ejércitos nazis y sus aliados siguen progresando hacia el Cáucaso, la ofensiva alemana ya se veía abocada al fracaso: Von Paulus estaba atascado en los escombros de Stalingrado y el grupo de Ejércitos A en sus lentos progresos hallaba tierra quemada y campos de petróleo destruidos. Stalin, sus consejeros y generales sabían ya en ese otoño que Hitler no tenía nada más que lanzar contra ellos y preparaba su colosal contraofensiva.

En el Pacífico, tras el descalabro japonés de Midway, había mejorado para los aliados la relación de fuerzas navales, y en ese otoño, la flota norteamericana tomaba la iniciativa. Los nuevos portaaviones y los modelos de cazas y bombarderos que salían de las fábricas estadounidenses se imponían claramente a los japoneses, más obsoletos y menos numerosos. En Guadalcanal, la infantería norteamericana sostenía sus posiciones ante un acoso japonés cada vez más endeble.

Quedaba claro en Washington que la guerra en el Pacífico sería costosa y dura, pero que la victoria se decantaría de su lado. Bastaría esperar que de los astilleros y fábricas salieran centenares de buques y docenas de miles de aviones; que los campamentos y academias militares entregaran completamente adiestrados y formados a siete millones de hombres... y eso comenzaría a ocurrir, en riada incontenible, a partir del otoño de 1942.

Japón comenzaba a notar la creciente superioridad USA en los choques aeronavales de Guadalcanal. Los alemanes también percibían sus efectos: el material aéreo y marítimo empleado por los británicos mejoraba por momentos y, en el frente del Este, carros de combate, camiones, motores de aviones, cañones, etc., llevaban cada vez con mayor frecuencia el rótulo de "Made in USA".

Pero en el otoño de 1942 la intervención norteamericana iba a cambiar de carácter y de medios: se abría el segundo frente. La Operación Torch no fue lo deseado por los norteamericanos porque los británicos, atendiendo a sus intereses imperiales y muy cautos tras sus experiencias continentales, les convencieron de las ventajas de un proyecto como Torch.

Hoy todo el mundo sabe que un desembarco al sur de Roma o, incluso, en el sur de Francia, hubiera triunfado. Alemania a lo sumo, hubiera podido contraatacar con una veintena de divisiones en Francia, con casi nada en Italia y todo eso después de varios días... pero entonces esto no era tan claro.

Lo que sí está al alcance de todos es que en el otoño de 1942 cambió el panorama de la guerra. La derrota del Eje en el norte de África -que trataremos a continuación, adelantándonos cronológicamente a la arrolladora blitzkrieg nazi del verano-otoño de 1942 y a su derrota inmensa en Stalingrado- marcará el cambio de signo de la guerra. Ya no habrá más avances alemanes ni japoneses: la guerra victoriosa del Eje se convertirá en permanente batalla defensiva, que se prolongará dramática y sangrientamente dos años y medio.